Una reseña inacabada de la segunda temporada de The Sandman

Joder qué bueno es este cómic.

    Me gustaría empezar esta reseña expresando todo mi apoyo a las víctimas de Gaiman y agradeciéndoles de todo corazón a las valientes que tomaron la increíblemente difícil decisión de acusarlo y señalarlo públicamente. No tengo mucho más añadir aquí, hay gente mucho más capacitada que yo para contar y analizar esa historia. Dicho eso, vamos al lío:

    The Sandman es uno de los cómics mejor valorados y influyentes de la historia del medio. El primer tebeo impreso bajo el legendario sello Vertigo fue un spin-off de The Sandman. Ha acumulado una cantidad de premios y reconocimientos que hace que cualquier mención individual sea inane. Y aún así diría que la obra no está sobrevalorada. Durante sus diez arcos argumentales cuenta historias de seres más antiguos que las estrellas y de seres que verán pocos amaneceres. Todo generalmente con gran delicadeza, respeto y gracia.

    Creo que queda bastante claro que The Sandman es una de mis cosas favoritas, así en general. Así que, tras muchos rumores de intentos de adaptación fallidos, cuando se anunció que Netflix iba a poner los dineros para adaptar el cómic, muchos fans batimos palmas con las orejas. No sólo íbamos a obtener una adaptación en un formato largo, como merece la obra, sino que el mismísimo Gaiman iba a estar al timón, algo que acababa de dar resultados buenísimos con la primera temporada de Good Omens. Finalmente, tras tres años de inacabable espera, Netflix vomitó (casi) todos los capítulos en su página principal, como es costumbre de la plataforma. Y me los vi, completamente lleno de ilusión.

    No quiero reescribir la historia aquí, el truco de Netflix de atosigarte a capítulos para que el bosque no te deje ver los árboles funcionó conmigo. Me encantó casi todo de la primera temporada de The Sandman, con algunos peros entonces y aún más con la perspectiva de los años. La primera temporada adapta el cómics de manera extremadamente literal. Aquí estoy usando literal en múltiples sentidos.  La adaptación es extremadamente fiel al texto del cómic. Algunos cambios funcionan mejor que otros. Creo que el expandido papel de El Corintio tiene mucho sentido en el nuevo formato, pero el cambio de Lyta Hall (dejar de ser una superheroína y pasar de un embarazo extremadamente dilatado a uno mágicamente acelerado) debilita al personaje. Pero el principal cambio que permea toda la primera temporada y que más daño hace no está en el contenido, está en la forma.

    El cómic original está dibujado por varios artistas, cada uno con su propio estilo artístico. Lo que tienen en común todos los dibujantes de Sandman durante la mayoría de su tirada es un estilo muy punk de los 90. Más interesados en la expresividad que en la claridad, el contraste con la increíblemente genérica fotografía de la serie de Netflix es gargantuesco.

Osea, sin palabras.

     Aún así diría que la sensación general de la primera temporada es bastante buena, aunque su fidelidad textual hace que la serie apunte a fans del cómic pero su divergencia estética parece dirigida a un público más general y la serie en sí se queda un poco en tierra de nadie.

    Poco después de una generalmente positiva recepción de la primera temporada, Netflix die luz verde a una segunda temporada. Esto eran excelente noticias, pues buena parte del material más querido del cómic es lo que entraría en esta segunda temporada. Por fin veríamos a todos los eternos juntos en carne y hueso. A pesar de mis quejas sobre el aspecto de la primera temporada, el casting de la mayoría de los personaje y, sobre todo, de Los Eternos en sí, es muy certero.

    La espera entre temporadas recibió el increíble jarrón de agua fría de descubrir que Neil Gaiman es un ser despreciable, lo que redujo bastante mis ganas de continuar de ver la serie. Y parece ser que no sólo las mías, la segunda temporada no sólo tiene una nota general menor que la primera, sino también un número de críticas mucho menor.

     Al final la curiosidad me acabó pudiendo y le di una oportunidad a la nueva temporada.

    La segunda temporada de The Sandman es mucho menos fiel que la primera al texto de la obra. Esto es no es necesariamente malo en una adaptación, al fin y al cabo un nuevo medio requiere un nuevo lenguaje. El principal problema es el instrumento con el que están hechos los cambios. Casi todos los cambios son cambios por sustracción, hechos con tijeras. La nueva temporada tiene prisa por acabar. Da la sensación que no quiere contarte una historia, quiere haberte contado una historia. Creo que esto se puede ver más claros con algunos ejemplo.

    El primer arco adaptado es Estación de Nieblas. Este es uno de los arcos argumentales más largos del cómic original y que más expande el universo del cómic. Es donde nacen los Dead Boy Detectives. En serie toda la parte de estos personajes es extraída quirúrgicamente sin dejar el más mínimo rastro. Uno de los arcos más expansivos de la obra original se ve reducido a tres capítulos de menos de una hora cada uno, y la mitad de uno de estos capítulos está dedicada a adaptar una historia corta que originalmente ni siquiera forma parte de este arco. Lo que antes era una narrativa expansiva se queda en algo acelerado y claustrofóbico. Por no hablar del sinsentido de cambio del final.

     Pero dónde de verdad se notan las prisas en esta segunda temporada es después de Estación de Nieblas. En el cómic el siguiente arco argumental es Un Juego de Ti. En esta parte Sueño es un personaje secundario y al historia se centra en Barbie, personaje secundario de La Casa de Muñecas. Esto no existe en la serie.

    Uno podría pensar que el material restante se ha comprimido y recortado para poder adaptar lo que faltaba del cómic en una única temporada, ya que tras la revelaciones sobre Gaiman una tercera temporada estaba complemente descartada. Y si uno pensara esto, uno se equivocaría. La segunda temporada de The Sandman terminó el rodaje en agosto de 2024, más o menos a la vez que se hicieron públicas las alegaciones contra Gaiman. Es decir, estas decisiones se tomaron mucho antes.

     Según este artículo de Polygon el problema que las audiencias no dejaban de preguntar "¿dónde está Poochie?" cada vez que Sueño pasaba dos fotogramas fuera de plano.

Tienes que estar de puta coña.

     Así que el showrunner vio facilísimo cortar Un Juego de Ti:

Me voy a convertir en el Joker.

     Así que ya comprimir el resto para que entrara todo en una temporada es lo lógico. Esto causa un problema temático, ya que hace que las dos historias que abren la segunda temporada vayan de lo mismo. En Estación de Nieblas Lucifer abdica y se va a tomar el sol a la playa. En Vidas Breves Delirio y Sueño van a buscar a su hermano, Destrucción. Destrucción había abdicado y se ha dedicado a tomar el sol en la playa. Y tanto Lucifer como Destrucción animan a Sueño una y otra vez a que deje sus funciones y se vaya a tomar el sol (si bien es cierto que no le vendría mal un poco de moreno al muchacho).

    En el cómic esto también es así. Pero quitando arcos argumentales, historias cortas y todo el tejido conectivo en general hace que esta repetición no sea sólo demasiado obvia, sino pesada y aburrida.

    Antes de hablar de la última víctima de la eliminación de Un Juego de Ti, me gustaría resaltar también que la segunda temporada de The Sandman parece más limitada también en presupuesto. Los planos con efectos están mucho más limitados, y algunos cambios de guión (la tilde de guión me la quitarán de mis frías manos muertas) claramente están dirigidos a reducir la presencia de personajes creador por ordenador.

   Por último hay que hablar de Wanda. Wanda es un personaje original de la historia amputada que no tiene mucho sentido fuera de esta. En la serie hay un personaje con el mismo nombre. Wanda es una mujer trans. Os recuerdo que esto es un cómic publicado en 1991. En el cómic Wanda es rechazada por su familia por ser trans y por eso es compañera de casa de Barbie. Wanda no aparece en Vidas Breves, pues fallece final del arco anterior. Barbie va a su funeral y tacha su necrónimo de su lápida.

    En la serie Wanda hace de chófer a Sueño y Delirio mientras buscan a Destrucción y muere una muerte que no tiene nada que ver con ella. Simplemente es un daño colateral de las medidas que Destrucción había tomado para no ser encontrado. Creo que esta Wanda es mucho peor personaje que la del cómic. Da la sensación de que sólo existe para nadie se queje de que han quitado a un personaje trans. Esta Wanda no tiene amigos. Es Sueño quien tiene que ir a corregir su lápida.

    Tras Vidas Breves hubo una pausa en al emisión de los capítulo de un par de semanas y la realidad es que no he terminado de ver la serie y no creo que lo haga. No hay nada para mí aquí. Es estéticamente mediocre y los cortes y resúmenes han robado todo el alma de la obra. Es más parecido a leerse la sinopsis en la Wikipedia que a leer el cómic. Parece hecha para poder decir que han adaptado The Sandman y no porque quisieran adaptar the Sandman.

    Es muy triste que esto haya terminado así, pero igual deberían haber aprendido algo del cómic y haberlo dejado antes de arruinarlo todo. 

 

 

 

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